lunes, 9 de diciembre de 2013

Pensalo

Sos el dueño de estas palabras desordenadas a las que sólo vos le encontrarás sentido.

Sos el dueño de mis noches de insomnio, de mis tardes de espera y de mis mañanas dormidas.

Sos quien me mira y descubre debajo de una sonrisa mil preocupaciones orgullosamente escondidas.

Vos, el que sorprende con suspiros y abriga con palabras.

Sos vos. Si, vos. El que engalana mis lágrimas con silencios respetuosos y caricias despreocupadas.

Vos, el de la sonrisa pícara. El del humor indiferente. El que me encontró en un sueño y lo llevó a la realidad. El que me empuja hacia adelante y me abre los ojos pidiendo más.

Mi yin. Mi placebo. El que no me baja la Luna, pero si la guardia. Mágico.

Vos. Invalorable remador de verdades sin consecuencias.

Vos. El dueño de mis bienes más preciados.

Vos. Imperfecto. Distante. Tierno. Mío. Irreemplazable.

Hacete cargo de estas palabras y convertirlas en un beso de esos que calman.

Vos.

Yo.
Ellos.
El mundo a nuestros pies.
Para siempre.
Pensalo.


UMS

jueves, 5 de diciembre de 2013

911

Hay recuerdos que lamentablemente no se olvidan. Son aquellos que se sellan con fuego en la memoria y se activan frente al silencio inoportuno.

Una llamada. Una voz. Un mensaje.

Una frase que te hiela la piel tras una pregunta que no querías hacer porque, probablemente, ya sabías la respuesta.

Te sentás, asimilás la noticia y todo se vuelve a blanco.

Tus ojos buscan en la mirada ajena un refugio. No lo encuentran. Escuchás palabras que carecen de sentido. Sentimientos desenfrenados que se manifiestan en la estaticidad conmocionada del cuerpo.

La negación es el primer recurso que la cabeza encuentra para afrontar una situación no deseada. Pero luego, de manera inesperada, se presenta la realidad. Esa que golpea duro y deja cicatrices profundas que llegan a la corriente sanguínea para esparcirse por cada rincón del cuerpo.

El tiempo pasa y aquel momento que parece olvidado, vuelve a presentarse de maneras diversas.

A raíz de una partida, te das cuenta de que los fantasmas no existen; porque la gente que ya no está presente, se manifiesta en tu vida a través de canciones.



Te doy play, transformate en melodía y llevame a dónde quiero estar. Aquel lugar del cual no te tendrías que haber ido.



UMS