jueves, 4 de diciembre de 2014

Sobre príncipes y princesas

Unos días después de haber sufrido el golpe más fuerte de mi vida, estaba ahí, frente a la cocina.  Supuse que ya era tiempo de quitarme la culpa y permitirme volver a disfrutar de algo que me hace bien, como por ejemplo, cocinar.

Con mi mejor cara de "aquí no ha pasado nada", volví a amasar esas pizzas que tanto me gustan.

Compré vino e intenté generar un clima como el que no mucho tiempo atrás reinaba en mi vida.

Dormí a mi primera hija, que sólo tenía dos meses. Aún era madre de uno. Puse la mesa y serví mi manjar cubierto de queso derretido.

Charlamos, reímos y distrajimos como dos adultos que se aman y quieren seguir adelante pese a todo.

La botella se vaciaba al ritmo de nuestras palabras.

Hicimos una sobremesa cargada de anécdotas de padres primerizos.

Él me dijo que aproveche y me relaje. Que no siempre iba a poder disfrutar de la noche con un bebé bajo el mismo techo -debo admitir que tenía razón-.

Separé un toallón, el más mullido de todos. Agarré la espuma y las sales. Abrí la canilla de la bañera y me sumergí en un momento de placer acompañada de mi música preferida...

Me desperté en una ambulancia, rodeada de un médico, una enfermera y él con nuestro hijo en brazos. Estaba vestida, pero mojada. Sólo atiné a llorar sin entender qué pasaba.



Según cuenta la historia, un príncipe pasó por la puerta del baño y vio como el agua salía sin parar por debajo de ella. Abrió y se encontró con una princesa dormida bajo el agua. Después de muchos intentos, la trajo nuevamente a la vida con un beso desesperado.

UMS

8 comentarios:

  1. Hola, te leo siempre. Te invito a leer mi blog, una comedia sobre la gente tóxica:ntoxicamenovela.blogspot.com.ar

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  2. Increible todo lo que escribis! una genial total..

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  3. Cómo después de tantas lecturas nadie ha dejado un comentario sobre este texto. Es excelente, me hizo pensar en mil situaciones posteriores, pude percibir y comprender la sensación que describiste. Y me generó algo de ternura. Gracias...!

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  4. Me dejaste sin palabras, sos grosa!!

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  5. Qué bien que expresaste lo que sentías, el dolor que uno a veces guarda sale sin que uno quiera y termina hablando por uno mismo, la mayoría de las veces no como uno quisiera y sos un claro ejemplo de sobrevivir a él.!

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  6. Increíble lo que transmitís cuando escribís. En todas tus entradas que leo termino con la piel de gallina.

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