lunes, 3 de noviembre de 2014

Zapping


No quiero cerrar los ojos, no puedo. Tengo miedo. Me asusta creer que mi mente va a apagar las luces para comenzar a reproducir en pantalla grande una escena que no quiero revivir.

Miro el techo. Busco distracción. Prendo el televisor. Cambio de forma impaciente sin prestar atención a la programación. Se me terminan los canales y el recuerdo sigue ahí, esperándome. 

No quiero llorar. Vuelvo a hacer zapping. Mi corazón se acelera y respiro profundo. Habiendo tantas cosas lindas,  no puedo evitar caer en la tentación de querer verlo una vez más, aunque sea en mi imaginación. Aunque, ¿para qué?, si sé que no va a volver. 

El nudo en la garganta presiona más y más fuerte. Quiere tirar lo suficiente hasta conseguir que rompa en llanto. 

2 am. El ruido del ascensor me alerta unos segundos. Festejo, pero inevitablemente vuelvo a pensar en él. En por qué ya no está. En por qué me dejó así, con los temores expuestos. En para qué, ¿qué tengo que aprender? De una ausencia no se aprende, sólo se padece. 

Me duermo, a la espera de encontrarlo en un sueño y no en una pesadilla. Lo extraño, mucho; pero eso él nunca lo va a saber. 


UMS

7 comentarios:

  1. "Qué tengo que aprender?"...ufff, cómo lo extrañoo! :(

    ResponderEliminar
  2. Y sí... siempre se aprende. En el mientras tanto, crecemos.

    ResponderEliminar
  3. Si te digo que me sentí identificada me quedo corta. Esta entrada me hizo recordar un montón de sentimientos por el cual nadie quiere pasar pero se los padece de todas formas. Te sigo leyendo.
    http://iwantliberty.blogspot.com.ar/

    ResponderEliminar
  4. Cosas que pasan muy seguido. Pero sí, hay que seguir. Profunda entrada.

    ResponderEliminar
  5. Una pena que sea una escena tan típica, al menos entre nosotras!

    http://hey-queridodiario.blogspot.com/

    ResponderEliminar

Deje su mensaje después de la señal.